martes, 10 de octubre de 2017

DOLORES VEINTIMILLA DE GALINDO

“No puedes ser feliz, a menos que seas desgraciada alguna vez” Delirium

BIOGRAFÍA

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DOLORES VEINTIMILLA DE GALINDO
Dolores Veintimilla de Galindo fue una poeta ecuatoriana. Nació en el año 1829 en Quito y falleció el 23 de mayo de 1857 en Cuenca.

Hija de don José Veintimilla y de doña Jerónima Carrión, pertenecía a una familia aristócrata y recibió una esmerada educación, estudió en el Colegio Santa María del Socorro y más tarde en el Convento de Santa Catalina de Siena. Estudió música, sabía tocar el piano y la vihuela; recibió clases de dibujo y pintura. Empezó a escribir poesías desde muy joven.

Al cumplir sus 18 años contrajo matrimonio en Quito con el médico colombiano Dr. Sixto Galindo, y antes de finalizar el año nació su hijo al que llamó Felipe Santiago José. Poco tiempo después, por razones de la profesión de su esposo se trasladaron a vivir en Guayaquil, y posteriormente se radico sola con su hijo en la ciudad de Cuenca. Abandonada y buscando alivio a su dolor, se refugió en el arte, dedicándose a la pintura, la música y la poesía.

Es reconocida como una de las más elevadas voces de nuestra poesía, la mayor del romanticismo, por ser la primera mujer que luchó contra la pena de muerte en el Ecuador, así como una de las primeras defensoras de la clase indígena.

En su corta vida, fue creadora de inspirados poemas y obras en prosa. El fracaso en su matrimonio y su pensamiento avanzado para la época, marcarían su vida y su obra literaria.

Fue una luchadora, pese a ser acosada por los prejuicios sociales, los roles, el machismo, la violencia, ella hizo de su vida una vocación literaria. En su corta vida fue creadora de inspirados poemas y trabajos literarios, el poema que más se le conoce es Quejas. Generacionalmente Dolores inauguró el romanticismo en el Ecuador, cerrando el neoclasismo.

El 20 de abril de 1875 fue ajusticiado el indígena Tiburcio Lucero. Dolores escribió una nota en la que criticaba la pena de muerte aplicada a Tiburcio. A partir de esta carta, se ganó enemigos que la calumniaron. La presión fue tanta (antes el esposo la había abandonado)  y vencida por las penas y los fracasos Dolores optó por el suicidio.

OBRAS

Dolores Veintimilla murió a los veintiocho años y dejó: nueve poemas y tres textos en prosa, una escasa cantidad de obras ya que quemó la mayor parte de lo que había escrito. Las que quedaron fueron publicadas en conjunto por Celiano Monge, después de la muerte de la poeta.

Su poesía, de tinte romántico según la corriente imperante en ese momento, respeta las reglas poéticas pero sin emplear metáforas. De manera clara y directa muestra sus sentimientos y pensamientos que son los de una mujer triste y frustrada por el fracaso de su matrimonio y por los sueños perdidos.

Su poema más destacado es:

QUEJAS

¡Y amarle pude! Al sol de la existencia
se abría apenas soñadora el alma…
Perdió mi pobre corazón su calma
desde el fatal instante en que le hallé.
Sus palabras sonaron en mi oído
como música blanda y deliciosa;
subió a mi rostro el tinte de la rosa;
como la hoja en el árbol vacilé.

Su imagen en el sueño me acosaba
siempre halagüeña, siempre enamorada;
mil veces sorprendiste, madre amada,
en mi boca un suspiro abrasador;
y era él quien lo arrancaba de mi pecho;
él, la fascinación de mis sentidos;
él, ideal de mis sueños más queridos;
él, mi primero, mi ferviente amor.

Sin él, para mí el campo placentero
en vez de flores me obsequiaba abrojos;
sin él eran sombríos a mis ojos
del sol los rayos en el mes de abril.
Vivía de su vida apasionada;
era el centro de mi alma el amor suyo;
era mi aspiración, era mi orgullo…
¿Por qué tan presto me olvidaba el vil?

No es mío ya su amor, que a otra prefiere.
Sus caricias son frías como el hielo;
es mentira su fe, finge desvelo…
Mas no me engañará con su ficción…
¡Y amarle pude, delirante, loca!
¡No, mi altivez no sufre su maltrato!
Y si a olvidar no alcanzas al ingrato,
¡te arrancaré del pecho, corazón!

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